En el relato descriptivo de las poblaciones del norte de Tenerife estriba, sin duda, el mayor interés de A través de las Islas Canarias. Primero, por la curiosa capacidad de Arribas de ceder la palabra ocasionalmente a los campesinos isleños, mostrando un respetuoso interés, al menos, hacia la oralidad, que no comenzaría a generalizarse entre los etnógrafos hasta medio siglo más tarde. Pero en segundo lugar, Arribas realiza una contribución realmente valiosa a lo que se ha llamado, posteriormente, medicina popular, disciplina de la Historia de las Ciencias de la Salud, que estudia las ideas populares acerca del cuerpo humano, de las enfermedades y de los remedios utilizados para combatirlas. En efecto, a lo largo de su recorrido por el Norte tinerfeño (al árido y paupérrimo sur apenas le echa un vistazo) Cipriano Arribas expone una auténtica antología de prácticas terapéuticas populares: santiguados, curaciones de hernias, carnes abiertas, amuletos, protección contra hechizos. El relato es hábil y generalmente bien hilvanado, y el autor demuestra cierta destreza al combinar sus notas etnográficas con las descripciones paisajísticas y la información historiográfica.