En este Álbum de irrealidades, el autor presenta cinco narraciones que llevan por título el nombre o el apodo de su personaje clave. Las narraciones se relacionan entre sí por tres características comunes. En primer lugar se trata de ficciones inocentes, escritas a lo largo de mucho tiempo con el sólo objeto de servir de entretenimiento. En segundo lugar, se desarrollan en ambiente isleño, en escenarios reconocibles a pesar de su metamorfosis literaria. Por ello, en general, y, sin pretenderlo, "lo eterno canario" se palpa en toda la obra. En tercer lugar, el momento histórico puede situarse en la mitad del siglo pasado y por ello la obra puede servir de testimonio de aquella sociedad atrapada en sus costumbres y poco consciente de los vaivenes políticos.