… el sueño del perro
me señaló un hombre solo, que
avanzaba diestro,
bordeando a poniente
la rivera de la charca
de un llano amarillo helado,
improvisando un trazado nuevo
sobre la nieve cruda y canosa y vieja de días,
marcando la señal
de una vereda manchada de blanco
por la orilla libre de la raya del agua.