A comienzos de la década de los años sesenta del siglo XX, un grupo de vecinos y propietarios de terrenos en la playa de Las Teresitas, San Andrés y su entorno, abrigaron la idea del posible desarrollo turístico de la zona. Pronto, el entusiasmo de los promotores de la Junta de Compensación, constituida en 1964, colisionó frontalmente con los intereses municipales de la época. A pesar de ello, el equipo dirigido por José Delgado Díaz, convertido entonces en un experto letrado urbanista, siguió adelante en su empeño aunque tuvo que hacer importantes concesiones. Debido al desarrollo portuario, Santa Cruz de Tenerife se había quedado sin playa y la única posibilidad estaba “Tras la Arena”, para la que se proyectó posteriormente un cambio radical, con la construcción de un dique protector y la importación arena procedente del desierto del Sáhara. En sus orígenes, sin embargo, los promotores no habían pensado en la transformación de la playa, sino en la adecuada dotación urbanística en torno al denominado Centro de Interés Turístico Nacional Playa de las Teresitas.