¿Son reales los fantasmas?.. ¿O son la expresión de nuestras más inconfesables obsesiones? Juan Luján, un aspirante a escritor, recibe el sorprendente legado, a través de un amigo de su padre ya fallecido, de una extensa finca en las cercanías de la ciudad de La Laguna. En principio, no se cree del todo este inusitado «regalo», pero acaba finalmente por asimilar la situación. Lo merezca o no, esa gran hacienda, caserón incluido, es suya. Al poco de instalarse en su nueva propiedad comienza a presenciar una serie de delirantes apariciones que le dicen, que le conminan en susurros, que busque un heredero para esa finca, que haga testamento a su vez, pues ya no queda mucho tiempo… ¿Tiempo para qué? Se pregunta una y otra vez nuestro protagonista, quien comienza a dudar de su propia cordura, por lo que acude a consultar con un psiquiatra, incluso busca los servicios de una médium, en busca de respuestas. Respuestas que nadie sabe darle... La cosa se complica con una serie de inexplicables muertes que acontecen en el interior de la finca. La policía inicia una investigación. Las dudas, las preguntas, surgen de nuevo mientras la locura acecha en su mente. ¿Quién ha matado a esas personas?... ¿Han sido esas apariciones?... ¿Acaso he sido yo?