Miguel Cabral de Noroña es sin duda un personaje singular. Liberal exaltado, enemigo acérrimo del colonialismo, autor de un sermón contra la conquista de Canarias y la de América, fue procesado por la Inquisición. Redactor del Duende Político en el Cádiz de las Cortes, refugiado en Estados Unidos, donde intenta publicar un rotativo y trabaja como espía y empleado de la representación diplomática española, encarcelado por su oposición a la Junta Suprema de La Laguna y a los planes del sector hegemónico de la elite tinerfeña, editor en Londres de un periódico fernandino contra la independencia de América, su presencia no pasa nunca inadvertida en los lugares donde residió. Su actitud y comportamiento nos revelan la mentalidad de un liberal afanado en destruir los prejuicios tradicionales del Antiguo Régimen, mientras su carácter constituye un fiel retrato del ambiente de una sociedad en cambio, agrietada por las nuevas ideas revolucionarias.