El muerto soy yo y otros relatos extrae del mundo cotidiano perspectivas inesperadas que recrean y hacen creces una experiencia bajo el signo de la imaginación y el humor. Los personajes de cada breve historia son mujeres y hombres que toman un taxi, callejean, se levantan tarde, toman alguna droga, quieren robar, o son muertos que hablan de su alrededor, o monjas arrepentidas, mujeres despechadas…Al final, la narradora extrae un ángulo imprevisto que provoca risa al tiempo que dirige la reflexión al absurdo de la experiencia. La vertiente periodística y el estilo directo de la autora terminan por abrir un paréntesis de escritura que es esencialmente de naturaleza creativa, una manera de moverse con los ojos todavía abiertos, capaces de sentir la magia cotidiana y de hacernos pensar.