Esta obra contiene las memorias escritas por un hijo agradecido hacia la labor callada, constante y generosa de sus padres, los conocidos como “pastores de Pajonales” (Agüimes). Narradas en un lenguaje cercano y muy natural, el autor desgrana las vivencias de sus progenitores, Manuel Guedes López y María Cazorla López, en aquel entorno rural agreste de Gran Canaria, entorno en el que no podían faltar elementos como el caciquismo vigente entonces, los entrañables usos y costumbres pastoriles –hoy en irremediable vía de desaparición- y la ingenuidad, revestida de una lealtad y bondad sin límites, de aquel campesinado canario en el tránsito hacia la modernidad.