En clave de fa es la crónica de un tiempo y un lugar vistos por los ojos de un niño. Paquito el Chino nos narra la intrahistoria de una época difícil, donde lo inmediato, era la supervivencia en Madrid. Pero no era lo mismo vivir en el centro, aunque mísero y derruido, que vegetar, malvivir y mal comer en la periferia de la gran ciudad.
El acierto de esta obra es contar ácidamente, en clave de divertimento descarnado, la historia de un niño dueño de sus recuerdos y vivencias, que desgrana con verosimilitud los hechos que concatenan su vida, desde la llegada a La Colonia, hasta su pronta incorporación al mundo del trabajo. De todo hay en la novela, ternura, celos, las aventuras de las pandillas del barrio, los aprendizajes colectivos, el incomprensible y cruel mundo de los mayores y, sobrevolando todo, los sueños famélicos de una sociedad hambrienta. La amante del padre ganándose la voluntad del niño con plátanos, y la posterior agresión que sufre con una botella de Anís del Mono, es un cuadro valleinclanesco, que, como otros de la novela, contradice la visión oficial de aquella España llena de rutas imperiales y de luceros incandescentes.
La mirada compasiva e irónica del adulto en que hoy se ha convertido aquel niño pone un toque de humor a la narración, trayéndonos un eco de L'enfant, de la trilogía de Jules Vallés sobre Jacques Vingtras. Como éste, Paquito el Chino termina convirtiéndose en un rebelde, pero esta es otra historia y deberá ser contada en otro lugar.