Doce relatos protagonizados por un variopinto rosario de personajes tan atípicos como cercanos, que exhiben sin pudor sus obsesiones, engaños y desengaños haciéndonos un guiño que nos resulta muy familiar. Pues nos reconocemos en el azogue de un ancestral espejo vistiendo la piel, a veces tierna, a veces disparatada, con que la vida ha ido cubriendo nuestro esqueleto.
Doce sonoras campanadas que, anuncien el medio día o la media noche, no te dejan indiferente.