Fogatas es un libro que encenderá los fósforos de nuestra conciencia. Se caracteriza por el uso magistral de la imagen que, por cercanas al poeta se aproximan a los lectores como flashes. Su léxico fluctúa entre lo coloquial y lo culto, sin caer en lo folclórico ni en lo académico: todo surge con naturalidad, con ternura pero sin prejuicios del decir ni contenciones-distensiones moralizantes. Un lenguaje fronterizo, pues el poeta fluctúa entre un sistema de signos impuesto y todo ese desbordamiento expresivo próximo al estallido galáctico que siempre lo ha caracterizado. Y todo esto está potenciado por ese ritmo envolvente que recorre todo el libro.