«[...] Nosotros sostenemos que cada individuo, sea hombre o mujer, posee suficiente fuerza interior para la realización de sus deseos u objetivos. A esa fuerza interior nosotros la llamamos Fuerza Psíquica. Cuando se aplica la técnica aquí presentada, se despierta esa importante fuerza, en nosotros depositada. Una vez despierta esa fuerza, pronto se convierte en poderosa arma, para la consecución de nuestros objetivos, y en este caso concreto, para la liberación del dañino hábito de fumar».
«[...]Nunca se debe olvidar que toda demostración de exhibicionismo personal, no importa en qué forma se presente, siempre supone una gran pérdida de energía psíquica. Durante el tiempo en que nos preparamos para poner término a nuestra dependencia al tabaco, es preciso cerrar todos los grifos por los cuales esa energía pudiera escaparse».
En una sociedad cuyo objetivo principal pareciera ser el sometimiento del individuo, el autor de esta interesante obra nos ofrece un cálido rayo de esperanza demostrándonos que nuestra libertad como individuos, así como nuestra felicidad, dependen de nuestra propia actuación.