Pocos poetas han hecho su carta de presentación con la contundencia que Luis lo hace en estas páginas, con una claridad y una madurez impropia de su edad. El surrealismo, por esa magia de la poesía, nos refleja la más cruda realidad, nos hace navegar por un universo de pasiones, nos hace experimentar sensaciones y, en definitiva, nos hace disfrutar con unos versos que no dejarán indiferente a nadie.
Luis, como Borges, puede presumir de los libros que ha leído y en los que ha adquirido conocimiento para ir tallando su madera de poeta. No obstante, Luis ha conseguido labrarse su estilo propio en el que atrapa al lector de forma misteriosa y lo hace navegar de forma mágica hasta conducirlo a la raíz mas profunda de su poesía. Ocaso en la diáspora es un barco que pilota Luis y que nos conduce irremediablemente hacia esa fuente donde sacian su sed las musas de la poesía.