El rastro de la mujer caracol, trece historias que en su mayoría dibujan retratos sinceros e íntimos, historias con cierto aire costumbrista y estilo sencillo, sin adornos innecesarios; una obra elaborada con el pequeño detalle de lo cotidiano, con la desnudez con la que han sido escritas sus historias, inmersas éstas dentro del amplio territorio de todo aquello que llamamos lo común. Así pues, en esta compilación de relatos, vemos conformada una suculenta variedad, en la cual el lector puede verse fácilmente identificado y gratamente inmerso en los acontecimientos que, con tacto y sin ninguna prisa, el autor nos va deshojando y descubriendo poco a poco. El rastro de la mujer caracol, relatos que también tienen un nexo común, pues todos ellos hablan de mujeres y de hombres, de la soledad y de las relaciones de pareja y familiares, de la amistad, del amor conyugal y filial, de los encuentros fortuitos entre personas; hablan de creencias y de sexo sin tapujos; en definitiva: hablan de literatura y de la vida tal y como ésta se presenta.