El atardecer del 5 de marzo de 1979 se observó desde todas las islas Canarias un espectacular fenómeno luminoso que sorprendió, atemorizó e intrigó a infinidad de personas. Fue fotografiado, al menos, desde cuatro de las islas, y algunas de las imágenes captadas son impresionantes, hasta el punto que acabaron convertidas en clásicos mundiales de la subcultura de los “platillos volantes” u ovnis. No era la primera vez que se observaba desde Canarias un fenómeno semejante; al menos en otras cuatro ocasiones previas se produjo un avistamiento similar. En la prensa de la época se especuló con varias explicaciones, aunque acabó imponiéndose la creencia de que se trató de la incursión de una nave extraterrestre. El Ejército del Aire abrió una investigación al respecto, que fue desclasificada en 1995 y puede consultarse en la Biblioteca Virtual de Defensa. Este libro explora minuciosamente las opiniones de la época de periodistas y supuestos expertos, y sigue la pista hasta el año en que se cumple el cuadragésimo aniversario del caso, que se convirtió en uno de los ejemplos más destacados de los “misterios de Canarias”.