El juego del palo canario hunde sus raíces en la ancestral cultura norteafricana. Miles de años de tradición que quedan confirmados desde el antiguo Egipto, donde la esgrima con bastones era un ejercicio principal, así lo atestiguan dibujos y grabados, como los de la necrópolis de Abusir, o los que decoran la hipóstila del templo de Ramses III. Era de tal importancia ceremonial, mágica y militar, que se organizaron campeonatos internacionales de esgrima con bastones. Esta tradición presente también en todo el norte de África, pasa a Canarias de mano de sus antiguos habitantes y llega hasta nuestros días, milagrosamente conservada por las características de nuestra historia archipielágica. El maestro Pedro Morales es heredero de esta costumbre por estirpe familiar, y se encargó de su conservación y cultivo durante sesenta años. Un trabajo desarrollado con amor y calidad, transmitiendo los valores ancestrales de nuestro pueblo, pero desde una óptica moderna, abierto al mundo y, al mismo tiempo, sin caer en el folclorismo artificial, el disfraz o la sumisión. El maestro en su quehacer mantuvo intacta la idiosincrasia atávica de este arte, y lo cultivó transmitiéndolo generosamente a quien lo quiso aprender. Este libro se acerca a su acción y pensamiento.