La gesta no está concebida como una novela histórica al uso. De ninguna manera pretende reflejar con exactitud científica los acontecimientos que tuvieron lugar en la isla de Tenerife en 1797, momento en el que el vicealmirante Horacio Nelson intenta desembarcar por la fuerza en la Villa de Santa Cruz.
Señala el historiador Alejandro Cioranescu que, de la lectura de los documentos locales de la época, él intuye una realidad de escasez y miseria generalizada. En este contexto, en el que la población de la isla, que se dispone a ser invadida, pasa hambre y penurias, la resistencia a la acometida de los buques ingleses, que forman parte de la armada mas poderosa del mundo, adquiere un matiz, mas que épico, irreal, milagroso o tragicómico.
La trama de La gesta se construye sobre fundamentos literarios, sobre los mitos de la vida cotidiana, el amor, la figura de Don Juan, la muerta o la bestia adorable, siempre en claves de realismo mágico. No está escrita para complacer a los amantes de historias heroicas, seguramente porque la realidad no suele darles la razón.