Concibo el tiempo como una espiral infinita y expansiva, que en su trayectoria acerca, en un plano superpuesto, la vejez que se tiene a la infancia que se tuvo, y permite que se perciba, por esta concepción cíclica, como mas próximo y con mayor claridad, lo lejano que lo inmediato. Como una parte significativa de los escritos que componen este libro intenta recuperar espacios y tiempos pasados, desde la perspectiva actual, he considerado que su titulo debe fijar, de manera sucinta, el punto de vista, esto es, la focalización de los temas tratados, lo remoto visto desde la proximidad de la memoria retroactiva: La inmediata lejanía.