¿Por qué durante la Segunda República española católicos, militantes obreros y republicanos coincidieron en atribuir a la educación una importancia estratégica y decisiva, hasta el punto de ser una de las causas que desencadenó el conflicto social, institucional y, finalmente bélico que acabó con la República?
Para explicar tal proceso, este libro analiza el desarrollo histórico de una de las concepciones más arraigadas en el sentido común de nuestra sociedad, la categoría moderna de educación. El autor realiza así un recorrido genealógico desde la transformación de la noción premoderna de educación (benéfica y corporativa), hasta su consolidación durante el quinquenio republicano, en un análisis que parte de la dinámica nacional para centrarse fundamentalmente en el ritmo y las circunstancias particulares de su irrupción en la realidad canaria. Evitando algunas visiones tradicionales, este estudio aspira a desentrañar el proceso discursivo por el cual la sociedad canaria pasó de concebir la escuela de la modernidad como una institución innecesaria e improductiva, a disponerse a escolarizar y disciplinar a la infancia, masivamente, en nombre del Progreso, la Cristiandad o la Revolución.