«Si algo se olvidó en el tintero Domingo Acosta Felipe en cuanto a ese expresionismo que menciono al principio de este prólogo es el negativismo catastrofista de aquellos poetas alemanes, como Trakl, Heym, etc. No se trata de un mundo deformado y reducido a añicos por una pérdida de valores humanos producto de una serie de catástrofes, sino de salvar los añicos por medio de los sentidos, añicos de realidad que el paso del tiempo fue dejando atrás. Reconstruyan ustedes esta vasija, porque dentro de ella hallará cada uno de ustedes la arqueología de su voz».
Antonio Arroyo Silva.