Navegar por las páginas de este libro es como trepar a un frondoso árbol, cargado de las mas sabrosas frutas y donde lucen las más bellas flores. El corazón lo tiene en sus más profundas raíces, que es donde llega la sabiduría y el conocimiento de su autora, regado con múltiples lecturas. Cuidado y pulido como el más experto jardinero, que ha sabido quitar las ramas sobrantes, para irle dando forma y majestuosidad, donde cada verso es una sabrosa fruta dispuesta a ser devorada por los mas sibaritas lectores.
Ana Dorta se lo ha tomado con mucha paciencia, no ha tenido nunca prisa en publicar, ha llenado miles y miles de folios con sus versos, ha tirado a la papelera todo aquello que consideraba sobrante, ha subido decenas de veces a los mas variados escenarios para recitar sus poemas, el árbol de su poesía fue creciendo, fue echando profundas raíces, su tronco es fuerte y de preciada madera y sus ramas frondosas y fuertes, invitando a cuanto lectores quieran a trepar por ellas a columpiarse con la alegría de un niño o la sabiduría de un anciano. Aquí está Ana Dorta. Aquí está SOY ÁRBOL.