Te sientas en cualquier rincón y sin saber cómo comienzas a dibujar en tu cabeza una historia que surge de manera casi espontánea.
Este libro está a camino entre la realidad más cruda y la ficción más inverosímil. Relatos que nos llevan al San Andrés de la pos guerra, donde la represión falangista se encontró de frente con un pueblo que le hizo cara. “Descalzos” nos acerca a la valentía de los aborígenes de Tenerife, sometidos al látigo del conquistador. Jamás vencidos.
En un lugar escondido de Anaga, un “lagar” abandonado mira de frente al misterio del macizo.
Son un puñado de narraciones. Sólo algunas de las historias que vivirán por siempre en las páginas de una obra literaria que no tiene dueño. Que no conoce de “Límites”.