Esta obra trata de las viudas de los emigrantes a América durante el siglo XVIII y primeras décadas del XIX, como problema central con el cual se conectan otros temas. El estudio de los expedientes relativos a mujeres canarias cuyos maridos habían muerto en Indias y que pretendían casarse de nuevo muestra cómo, frente al enriquecimiento de comerciantes, armadores y propietarios, estaban los sufrimientos de la inmensa mayoría: la muerte, las dificultades económicas y la ruina, la ruptura familiar, la soledad de las mujeres que quedaron viudas o fueron abandonadas. El relato de la muerte de los canarios de la emigración desvela una trama de solidaridades entre isleños, presente igualmente en el vivir cotidiano, no desconocida, pero sí merecedora de nueva atención. Finalmente, se aborda la cuestión de la comunicación entre las dos orillas del Océano, particularmente a través de la correspondencia epistolar.