Cuba vivió un período decisivo de su historia entre 1808 y 1823 cuando la invasión napoleónica de la Península Ibérica y la emancipación de las colonias americanas agrietaron su estructura social en pleno período de expansión de la trata esclavista y de la plantación. Manuel Hernández González, con el acopio de un amplio abanico de fuentes documentales y hemerográficas, estudia en este libro el desarrollo de las ideas liberales y masónicas en Cuba con la forja de un liberalismo criollo que se sirvió de la masonería como grupo de presión.
Se analiza detenidamente en ella la fusión de las logias de diferentes ritos y con la adopción de una visión de la nacionalidad en la que imperaba su miedo a la insurrección de los esclavos y que abogaba por la constitución de un régimen autonómico que permitiese a sus clases dirigentes la expansión de la propiedad privada y la libertad comercial. Aspectos cruciales como el auge de la prensa, las actitudes de los diferentes grupos sociales, la trayectoria de los liberales y masones cubanos en el exterior, la vida interna de las logias y sus planteamientos socio-políticos o el liberalismo exaltado promovido por la burguesía comercial peninsular son algunos de los numerosos aspectos abordados en esta obra.