El libro que el lector tiene en sus manos fue editado en el momento más pujante del quehacer periodístico de Francisco González Díaz, la segunda década del siglo XX, cuando sus charlas, su oratoria ágil y sus artículos le convirtieron en el periodista canario por antonomasia, cuya fama se proyectaba fuera de las Islas a través de sus escritos en la prensa española y americana. En la Perla de las Antillas colaboraba en su rotativo más célebre, El Diario de la Marina. Además, sus escritos eran habitualmente reproducidos en los órganos de prensa de la comunidad isleña.
Cuba vivía por aquellos años una época de expansión económica que parecía ser de crecimiento hacia el infinito, en claro contraste con el estancamiento que para Canarias supuso la Primera Guerra Mundial, que acentuó la emigración hacia esa isla antillana. En esa coyuntura, González Díaz recibió la invitación de la Asociación Canaria para recorrer Cuba y escribir sobre la comunidad isleña, cuya cúspide estaba formada por una serie de canarios enriquecidos que ansiaban el reconocimiento de la sociedad de esta isla caribeña.