Este libro aborda con fuentes, hasta la fecha inéditas, el destierro en Ceuta de ocho significativos dirigentes de la Primera República de Venezuela. Cuatro de ellos eran criollos: el chileno Cortés de Madariaga y los venezolanos Roscio –uno de sus ideólogos junto al anterior–, Paz Castillo y Ayala y cuatro peninsulares, el cirujano Isnardi –secretario del Congreso–, los militares Ruiz y Mires y el paisano Varona.
Considerados por el restaurador del régimen monárquico, el canario Domingo Monteverde, como “ocho monstruos”, dispuso su envío a pesar de que contradecía la capitulación firmada con Francisco de Miranda. En sus autos se almacena una documentación de primer nivel para el conocimiento del proceso emancipador con cartas y diarios inéditos. Los criollos se fugaron a Gibraltar, aunque fueron devueltos por su gobernador, lo que motivó su denuncia ante las autoridades británicas, que presionaron a Fernando VII para la obtención de su libertad. Uno de los españoles se fugó y los tres restantes fueron liberados en vísperas del Trienio liberal.