William Jackson es uno de los mejores abogados de un bufete prestigioso. Siempre gana, nunca pierde. Lleva una vida organizada, y tiene meticulosamente planeado cada instante, cada hora, cada día. Pero es algo más que el exitoso abogado que aparenta ser, porque tiene un pasado oscuro, desconocido, que influye en cada pensamiento que cruza por su mente perturbada. Sus circunstancias lo llevan a tener que ser muy calculador y frío, hasta tal extremo que cualquier situación que salga de la rutina le hace sentirse débil, vacío y extremadamente vulnerable.
Y es que este abogado no es como cualquiera, este abogado piensa demasiado, aunque siempre termina actuando en correspondencia con lo que sus impulsos le incitan a hacer. Porque sus impulsos son fuertes, arraigados y poderosos, lo que le lleva a hacer cosas que odia hacer. William Jackson en realidad es débil, aunque parezca despiadado y cometa horribles crímenes. Los impulsos son venenosos y traicioneros, y le hacen sentir fuerte cuando en realidad está demostrando una vez más que vive dolorosamente anclado en el pasado, siendo víctima de todo ello.
Nadie sabe lo que piensa. Nadie se imagina lo que hace. Es imposible saber lo que se le cruza por la cabeza a un asesino tan oscuro y perturbado como él. La cuestión es: ¿te atreverás a vivir en su cabeza?