Alemania consideraba fundamental para su éxito en la Segunda Guerra Mundial desalojar a los ingleses de Gibraltar controlando la entrada al Mediterráneo. La desclasificación de los archivos militares de la contienda ha demostrado que el Eje sabia que Inglaterra y sus aliados emprenderían acciones para recuperar el control estratégico y disponía de planes avanzados para la ocupación de al menos una de las Islas Canarias, que equilibraría de nuevo la balanza, al tiempo que dotaría a los Aliados de una base logística y táctica para la lucha submarina en el Atlántico.
Por eso, en medio de todo tipo de penurias, el Archipiélago tuvo que fortificarse y prepararse para la guerra, conscientes sus mandos militares de que, si se producía la invasión, sería prácticamente imposible esperar ayuda de la Península, e incluso proporcionarla entre las islas.
En este libro se recogen, documentan y analizan los esfuerzos realizados en Canarias para poder rechazar una posible invasión aliada, y el papel crucial y determinante del Arma de Ingenieros en esa tarea.