La conquista de Canarias no terminó en el siglo XV. Cesó la guerra que enfrentó a guanches y castellanos, pero no la ausencia recurrente de sus fantasmas. Seis siglos de cronística de la Conquista y la Anticonquista avalan esta hipótesis. Seis siglos dedicados a enfatizar o demoler las cualidades de ambos bandos desde ámbitos como la historia, las artes visuales, la arqueología, la música o el cine, además de la antropología, la literatura o la biología. A modo de genealogía de las herencias coloniales en el escenario atlántico, este libro trata de explicar en términos fantológicos el modo en que han sido representados los antiguos habitantes del Archipiélago. Para ello, pone especial atención en los distintos paradigmas que han influido en la visión que hoy tenemos de su universo precolonial, desde la eclosión del humanismo cristiano hasta la implantación de los discursos científicos de la raza y la cultura, contrastados con los más recientes estudios sobre la diversidad genética. Gil Hernández plantea así un interesante relato crítico en el que los primeros isleños se vuelven imprescindibles para denunciar las conexiones entre el saber y el poder.