En el presente volumen Jean-Marie Ragon alude a los misterios de la Antigüedad y de Oriente para explicar el origen simbólico y ritual de la francmasonería, heredera de esa mixtura de cultos y creencias mágico-religiosas. Para ello profundiza en la leyenda fundacional de la Orden, a través de la narración de la historia de Hiram Abi, el arquitecto y mítico fundidor del Templo de Salomón. En este relato el sol, centro del sistema masónico-celeste, se identifica con los dioses antiguos, con Hiram y con las dos grandes revoluciones solsticiales. A través de todos estos elementos, Ragon explica con precisión el ritual del grado tercero (maestro masón) y, desde luego, la representación simbólica de los instrumentos de trabajo que los «compañeros perjuros» utilizaron para asesinar a Hiram, quien se negó a darles la palabra secreta que les identificaría como maestros, con las ventajas que tal rango iniciático-profesional implicaba.
Los rituales de Ragon se tradujeron y editaron con profusión en España, pues la masonería en este país necesitaba, en la década de 1870, diverso material y documentación para poner en práctica las actividades de los talleres. En Canarias, asimismo, circularon por las diferentes logias de las Islas, conservándose ejemplares en distintas bibliotecas públicas y privadas.