Recuerdos del tiempo viejo es una serie de artículos que Bernardo Chevilly publicó en el diario La Prensa a requerimiento de su director y correligionario en el republicanismo, Leoncio Rodríguez, a raíz del decreto que en otoño de 1927 dividió al Archipiélago en dos provincias. Los textos fueron editados en formato libro en 1932 y constituyen una fuente de primer orden para realizar una aproximación a los avatares vividos por el republicanismo tinerfeño entre 1890 y 1905 y su actuación patriótica para salvaguardar los derechos de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife ante la continua amenaza, según se decía en la época, que representaba la influyente presencia del político liberal grancanario Fernando León y Castillo. En definitiva, Recuerdos del tiempo viejo es un texto de indudable valor para el estudio del binomio prensa-política y del pleito insular en los albores del siglo XX.