50 legrados

¿Textos o legrados? ¿Metáfora simple o absurdo pensamiento esquizoide y consciente? Quizá simplemente un personaje que aparece con voz en primera persona y que habla desde un yo en prosa poética, pero sin nada de Prozac. Pura y subjetiva y legrada realidad para arrancarse al ejercicio literario, sin nada de -ismos ni ceros ni pretensiones ambiciosas de notorio movimiento cultural. Más humildad en las letras, simple y llanamente, y tal vez como social ejemplo. «50 Legrados» es, también, un compendio de textos que intenta acercarse a una escritura concisa y meticulosa, ajustada al límite de dos páginas, e intentando utilizar, para ello, el antiguo método de Breton: la escritura automática. Por tanto, los lectores encontrarán o no encontrarán en estos textos, pero se asegura que, ellos, no dejarán las sensaciones y las percepciones humanas indiferentes. «50 Legrados» bien pulidos y raspados por ésa legra que en este libro se dibuja, incluso, en personajes crípticos que se esconden tras meras siglas. En fin, Literatura intimista y sin represiones por parte del autor, la cual está preparada a gusto de cualquier comensal que, sin prejuicios, se precie a degustarla desde la absoluta libertad.