Este libro de poemas desprende el sentimiento de la intimidad, «el lirismo del amor, su ensoñación», y las fantasías eróticas, quizás porque Irma Ariola, sentía la necesidad de plasmar poemas inquietantes y oscuras emociones. Una autora que nos arrastra a una relación personal, al amor con vocación eterna, al amor posible y gozoso, a un diálogo con intensidad variable pero con un tratamiento de la homosexualidad femenina repleta de fascinación por el sexo. Nos plantea un cambio trascendental en la comprensión del homoerotismo masculino y femenino. Irma Ariola, es también pintora, no sé si una poeta-pintora o una pintora-poeta. Una pintora que escribe poesía como válvula de escape para sobrevivir o para deshacerse de sus demonios. Afirma su profesor de pintura José Sosa Serván que su obra tiene sus raíces en los carteles modernos del siglo XX y siglo XXI, y realmente ese registro se manifiesta con claridad en las pinturas y los dibujos que Irma Ariola que nos ofrece en su libro de poemas , dibujos “Náufraga en tu piel” realizados a carboncillo o acrílicos sobre lienzos en los que destaca figuras de mujeres, unas con actitud sensual y provocadora, otras con grave y sosegada melancolía entre sombras conjuradas.