Seguro que en alguna ocasión nos hemos sentido observados inoportunamente y, muy a nuestro pesar, nos hemos convertido en el centro de todas las miradas. En el caso del protagonista de esta historia, esta odiosa sensación llegó a convertirse en la norma de su joven existencia.
En este libro, escrito e ilustrado por Carlos M. Rodríguez Hernández (Carlines), se muestra el fantasioso y surrealista mundo de esa parte de nosotros que nunca creció.
Con la lectura de este relato tienes la oportunidad de descubrir que el destino no trata igual a todos los niños y que una adecuada dosis de ironía y buen humor puede hacer que la existencia resulte un poco menos cruel.