Reflexiones con el Arco Iris es un recorrido, pues no se trata de un simple paseo, como en principio pensaba, por ese camino, tan lleno de colores y matices, tan abierto a posibilitar nuevas experiencias, respetuoso con todo tipo de miradas, las que buscaban, junto a la mía, que la Dignidad fuera patrimonio de todos y cada uno de los seres humanos; me percaté del beneficio de retomar aquello que suma y no resta, lo que reconforta, sin tener en cuenta la llegada a la meta ni las competiciones que poco o nada me aportaban. Todo parte de una frase, de un sueño hecho realidad, para ir abordando, una a una, multitud de cuestiones, relacionadas con casi todos los campos del saber, y de mis vivencias en todos y cada uno de ellos, siempre pensando que el horizonte es una comba sobre la que hay que saltar y no una línea que separa lo más alejado de lo más cercano.