Hay un algo entre entrañable y nostálgico que nos acompaña cuando se recorre el intangible territorio de la memoria. Es esta la sensación que provoca la lectura de Sendas de la Nostalgia; un relato que coquetea con lo fantástico y nos lleva de la mano de su anciana protagonista a recorrer las sendas de antaño, en su afán por rescatar la infancia y juventud en aquella Canarias de mediados del siglo pasado, mientras se interroga sobre el sentido de su vida y evoca olores, sabores, colores y lugares que son el reservorio de lo ido.