Sobre cementerios se ha escrito mucho, y en los últimos años más, gracias a la moda del turismo negro aunque no tanto sobre la muerte, a la que seguimos intentando ocultar. Se habla cada vez más del valor patrimonial asociado al cementerio como espacio de culto que excede la conmemoración de la pérdida de seres queridos y aumenta el interés que estos lugares despiertan como enclaves artísticos, históricos y arquitectónicos. De hecho en España una veintena de cementerios se han reconocido oficialmente como sitios de interés turístico y crecen con fuerza en Europa las rutas e itinerarios que recorren cementerios, sin considerase como una rareza o una excentricidad. Sobre la muerte, sensaciones, símbolos, temores, recuerdos, dolor, resiliencia, amor y sobre todo sobre la riqueza de la vida navegan este conjunto de relatos escritos por jóvenes que llenan de pasión la maravillosa y efímera existencia.