“Una de las singularidades de esta antología es la posibilidad que nos ofrece de múltiples lecturas. Y es que la complicidad de estas seis poetas las lleva a remitir cada uno de sus poemas a los poemas de las otras, en un juego de encadenamientos en el que la memoria, el amor, la ausencia y la reafirmación del propio yo, son los temas recurrentes que, con sus luces y sus sombras, se complementan en cada poema, cuyas diferencias y similitudes los enriquecen. Así, podemos leerlos, bien siguiendo las instrucciones de las propias poetas que nos remiten a los poemas de sus compañeras, cual los volcanes comunicantes que son, o bien leerlas a cada una de ellas por separado. He aquí el juego fértil que nos proponen estas seis voces de mujer que nos hacen reflexionar sobre la vida y sus entresijos, y concluir que, a pesar de todo, lo importante es vivir”.