El Fin de Las Primeras Partes solo es una búsqueda hacia el infinito donde Adrián Arvelo sangra acrimonias y delirios, cerrando toda una etapa poética que el autor decide compartir. Este no es un libro de poesía común, se trata de un viaje musical que intenta sobrevivir caóticamente entre las reglas pero que logra calmarse cuando es instrumentada por la voz del autor. No pretende ser leída, no pretende ser entendida, no pretende, porque todo lo que habita en sus páginas se ha edificado minuciosamente y exclusivamente para sentir. Así como Buckley habla de un amor, de su fracaso, de no rendirse, así es como se plantea esta vertiente de energía, este frasco de poemas. ¿Cuántas veces hemos empezado de nuevo? ¿Cuántas partes han sido vividas?. Nunca nos hemos rendido, aunque sigamos siendo siempre primeras partes.