Un día en la vida de una pareja, un escribano torturado que en realidad es un sutil torturador, un viajero que encuentra una ciudad con unas normas peculiares, un escritor que no soporta la ansiedad de las influencias literarias son algunas de las historias que conforman esta interesante compilación.
El autor emplea la ironía en la construcción de sus realidades inventadas, fantasías cuyo atractivo reside, precisamente, en la aparente normalidad de las escenas y en la transformación de esas imágenes en literatura.
Los relatos de Julio Caballero invitan al lector a confrontar la cotidianidad del sinsentido. A través de la ironía, de frases bien construidas, concretas y directas, el autor inventa realidades que parecieran fantasiosas, pero cuyo atractivo reside precisamente en lo cotidiano de las escenas y en la transformación de esas imágenes en literatura. Hoy en día no hay nada más extravagante que la normalidad y el sentido común; el mundo se pelea por ser estrafalario y termina pareciéndose. Los personajes de estas historias son comunes y corrientes y experimentan la vida tal cuales: a veces muy simple, otras muy complicada y otras casi de ficción. Y lo viven con naturalidad, con una simpleza que raya en la sofisticación. He ahí el hallazgo. Julio Caballero nos demuestra que el sin sentido es parte de la vida, con humor fino desarrolla anécdotas que nos develan no sólo el presente de los personajes –a veces sólo se asoma su devenir– sino la integración de otras lecturas, las citas. Como buen escritor forjado en la posmodernidad, usa su inteligencia para armar redes. Esta serie de relatos tejen un rizoma en el cual el lector podría, en un descuido, descubrirse hacedor.