No parece que escojamos a gusto en todo momento el personaje que nos toca vivir. Sin embargo, todo ser tiene un comienzo, una historia que le acompaña por siempre escrita en los pliegues minúsculos de los poros de su ser. El aire nos sostiene y es nuestra fuente de energía vital, pero nada de lo que ha ocurrido en nuestras vidas se borra del aire. Es como una grabadora cósmica donde caben trillones de trillones de imágenes y sonidos. Somos cada uno de nosotros minúsculas gotas de polvo deambulando sin fin por el universo. Sólo vivir cada instante, como si fuera eterno, nos salvará de la ignorancia de nosotros mismos. Alberto Omar Walls.