A través de la documentación y la descripción aportada por tres autores (Tesser, Francisco María de León y Lapuyade) puede contemplarse la evolución de la agricultura canaria a lo largo de un siglo de esplendores fugaces y fracasos continuos: desde la definitiva caída de la producción vinícola hasta los intentos de encontrar en la cochinilla y el tabaco alternativas de prosperidad para el campo isleño.