Seis relatos espléndidos que poseen las luces y las sombras, el contraste de Rembrandt y Caravaggio; que deslumbran nuestros sentidos y sacuden nuestras convicciones, que se introducen con la suavidad de la seda y la brutalidad de los hechos en el centro mismo de la emoción. Y si aprestamos el oído podemos casi percibir una melodía agridulce que hiere, una balada con olor a podredumbre en un otoño inventado. Seis magníficos y terrenales protagonistas que nos arrastran con sus pasiones y sus circunstancias al interior de esa vorágine que es la vida. La autora nos permite una vez más cabalgar a lomos de sus palabras en el ocaso de los días ajenos, involucrándonos y sumergiéndonos en la Historia y transformándonos en testigos temblorosos del asombro y la maravilla.