Álvaro Díaz Torres presenta en este libro los resultados de su contrastada investigación histórica basada en el análisis detallado de una enorme cantidad de documentación, obtenidos, especialmente, en el Archivo de la Universidad de La Laguna. Así, cubre una época histórica, comprendida entre 1817 y 1845, anterior a la creación del Instituto Canarias Cabrera Pinto, que forma parte de la historia de la Universidad de San Fernando, de La Laguna.
En esta obra, se describe el contexto histórico en el que se dan los primeros pasos que condujeron a la creación de la antigua Universidad en La Laguna y su posterior conversión en el Instituto de Canarias, época histórica caracterizada por la inestabilidad política, con alternancias en el Gobierno de la Nación de Liberales y Absolutistas, y la lucha constante entre los «conservadores» de las esencias de la «antigua Universidad», heredera de la del Medievo y de la Filosofía Escolástica, y los «liberales», proclives a un cambio radical en las ideas que sustentan los estudios universitarios. Fruto de esas ideas que, por entonces, se abrían camino en el resto de Europa, surge la consideración de la Instrucción Pública como un requerimiento vinculado al progreso de los pueblos. Además, aparece clara la necesidad de que la Filosofía Natural, propia de la Escolástica, diera paso a la Física Experimental, fundamentada en la experimentación y en la modelización matemática, que pudiera conducir a una correcta interpretación de los fenómenos naturales.
También es de destacar la presentación y descripción pormenorizada de los diferentes Planes de Estudio, adaptados a las sucesivas circunstancias de ese inestable periodo histórico, asociados a las enseñanzas de la Física y la Química en la antigua Universidad de La Laguna, así como de los manuales utilizados en la enseñanza de las materias científicas, no siempre disponibles para los alumnos de aquel entonces, así como los esfuerzos de la Universidad para su adquisición.
Asimismo, se pone de manifiesto la precariedad en la que nace la Universidad canaria, tanto en recursos humanos como en medios materiales. En este contexto juega un papel muy destacado del médico Domingo Saviñón, personaje clave en el desarrollo de la Física Experimental en Canarias y de los estudios de la Física y de la Química en la antigua Universidad de La Laguna. De él parte la iniciativa de crear, en la Universidad, un Gabinete de Física y un Laboratorio de Química, con máquinas, aparatos e instrumentos que mostraran experimentos de la época. Es de destacar, teniendo en cuenta la lejanía de nuestras Islas y su retraso secular, que el doctor Saviñón, seguramente debido a su estancia en París donde completó sus estudios de Medicina, tuviera noticia de esos experimentos y que conociera que, en esa ciudad, estaban los talleres en los que se construían los mejores aparatos.
Desgraciadamente, una vez en La Laguna, ese material experimental no pudo ser utilizado de forma eficiente para la enseñanza de la Física Experimental debido a no disponer la Universidad de un local apropiado para tal fin, ni de las piezas complementarias necesarias, que tenían que ser construidas in situ, para el funcionamiento de algunos de los aparatos adquiridos. Muchos de estos se conservan actualmente en la Sala Blas Cabrera, en el Instituto Canarias Cabrera Pinto.
Esta obra, junto con otras del mismo autor, contribuye a enriquecer el conjunto de publicaciones que, sobre el desarrollo de la enseñanza en Canarias, han aparecido hasta el momento, y es fundamental para entender, no solamente la historia y la evolución de la enseñanza de la Física y de la Química en Canarias, sino que colabora a establecer el papel transformador de la Ilustración en la cultura canaria de principios del Siglo XIX.