Alguien innominado conversa en una residencia de ancianos con una señora. Cumple así con un favor que le ha pedido la hija de esta para sus tesis que, en principio, está relacionado con una tal Criatura Divina. El protagonista aprovecho la circunstancia hilvana una exposición en la que, por una parte, da cuenta de cómo ha sido posible que él y su amigo Julián tengan tantos lazos de parentesco, fijados gracias a los matrimonios que mantuvieron con sus hermanas, hijas y madres; y, por el otro, como los dos han dado el paso para formalizar un nuevo en lace después de las experiencias vividas en sus anteriores relaciones conyugales.