La rana Mariana decide emigrar al Estanque de los Nenúfares del Parque García Sanabria, en Santa Cruz de Tenerife, un lugar maravilloso sobre el que su abuelo le ha hablado hasta la saciedad. Durante su periplo, entabla amistad con Caracol Mariposa y Lagarto. En su nuevo hogar, Marijuana adopta a Mariana como nieta y la lleva al colegio donde ella misma es profesora. Allí los renacuajos aprenden a ser solidarios, respetuosos y buenos, gracias a las historias y anécdotas que les relata Marijuana con entusiasmo y cariño.