La sorriba se desarrolla durante la postguerra y transcurre en un pueblo perdido en la montaña de nombre Los Eriales. La narración comienza con el arribo de la maestra a este grupo diseminado de casas y los primeros capítulos subrayan la diferencia de mundos a los que pertenece esa mujer joven, con ideas liberales en la cabeza resultado de muchas lecturas, y las mujeres del pueblo, la mayoría de ellas ancladas en el medievo. Es decir, mujeres dedicadas al hogar y a la crianza de los hijos y de sus respectivos maridos en una sociedad que apenas evoluciona y que asiste con sorpresa a los avances de la técnica como la aparición del primer teléfono en el pueblo.