La obra de José Antonio Pérez Carrión Los canarios en América. Influencia de los mismos en el descubrimiento del Nuevo Mundo, fomento de su población y desarrollo de su agricultura, Industrias y Comercio, dada a la luz en tres tomos en La Habana en 1897, es, sin duda, el primer intento sistemático de estudiar el papel desarrollado por los canarios en América. En este mismo año, otro periodista comprometido con su tierra y la colonia canaria como fue Manuel Martín Marrero, publicó otra obra con las mismas intenciones, aunque muchísimo más modesta en su alcance y dimensiones: Canarios en América, recopilación histórica, que ha merecido diversas reediciones. Sin embargo, la de Pérez Carrión, ha permanecido sin volver a imprimirse hasta nuestros días, a pesar de los escasísimos ejemplares que se conservan, y que la convierten en una auténtica rareza bibliográfica, una obra en la que los canarios ven su sello peculiar y diferenciado, su unidad de intereses con los criollos, su mayor identificación con ellos y no con los peninsulares. Porque ser isleño en América era pertenecer a un conglomerado étnico diferenciado, ultramarino, ser de un pueblo criollo y ser de las islas.La obra de José Antonio Pérez Carrión Los canarios en América. Influencia de los mismos en el descubrimiento del Nuevo Mundo, fomento de su población y desarrollo de su agricultura, Industrias y Comercio, dada a la luz en tres tomos en La Habana en 1897, es, sin duda, el primer intento sistemático de estudiar el papel desarrollado por los canarios en América. En este mismo año, otro periodista comprometido con su tierra y la colonia canaria como fue Manuel Martín Marrero, publicó otra obra con las mismas intenciones, aunque muchísimo más modesta en su alcance y dimensiones: Canarios en América, recopilación histórica, que ha merecido diversas reediciones. Sin embargo, la de Pérez Carrión, ha permanecido sin volver a imprimirse hasta nuestros días, a pesar de los escasísimos ejemplares que se conservan, y que la convierten en una auténtica rareza bibliográfica, una obra en la que los canarios ven su sello peculiar y diferenciado, su unidad de intereses con los criollos, su mayor identificación con ellos y no con los peninsulares. Porque ser isleño en América era pertenecer a un conglomerado étnico diferenciado, ultramarino, ser de un pueblo criollo y ser de las islas.