Aquellos lectores que piensan que el soporte de la narración debe radicar en contar una historia y en saberla contar; es decir, quienes aprecian más el producto acabado que la producción del texto, deben agradecer a Daniel Duque la publicación de estos cinco cuentos, auténticas historias, que tienen como denominador común su localización espacial en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.