En esta novela corta ambientada a mitad del S. XVI, el narrador, Pedro Pablo de Párraga, joven con estudios e influencias, perteneciente a una familia emparentada con el Adelantado, narra en primera persona las aventuras y desventuras de su viaje a la Corte de Carlos I como mensajero del Cabildo de Tenerife. El humor, la consistencia, las sabrosísimas descripciones y la particular y rigurosa visión crítica de esta larga travesía investigada por María Ángeles con su acostumbrado rigor histórico, nos permiten compartir las vicisitudes y los peligros de un durísimo viaje de Tenerife a Cádiz. Y la fuerza de sus palabras nos traslada a una época en la que había que confiar en los buenos presagios para ahuyentar a los demonios de la distancia.